Primero plantamos la semilla de la cual saldrán las raíces que serán las encargadas de coger los nutrientes y el agua y formar la savia bruta. Poco a poco irá creciendo el tallo del que saldrán las ramas y posteriormente, las hojas. Con el paso del tiempo aparecerán las flores que darán lugar a los frutos.
La savia bruta que se habrá elaborado en las raíces viajará por el tallo hasta llegar a las hojas que con la ayuda del sol y del dióxido de carbono se convierte en savia elaborada y será allí en las hojas donde la planta fabrique su alimento para después repartirlo por toda la planta.
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